Mini granja de caracoles

Una de las ideas que hace tiempo me viene rondando por la cabeza es intentar criar caracoles. Para ello me he propuesto la construcción de esta mini granja, sin ánimo de grandes producciones, y solamente para aprender y experimentar con el tema. El caracol es hermafrodita pero necesita aparearse con otro para reproducirse. Por eso para empezar he creído conveniente poner tres ya que dos pueden aburrirse y tres ya es otra cosa ;-)
He utilizado para el montaje una simple caja contenedor de las que venden en los chinos, una maya de agujero muy pequeño y un marco con cristal. Además de tierra, tarro de cristal y algunas piedras.
Datos nutritivos: su carne contiene magnesio, potasio, sodio y calcio. Tiene menos calorías que los pescados blancos y casi tantas proteínas como las carnes rojas. Sus grasas son poliinsaturadas en una medida inferior al 1% con lo cual es ideal para las personas con colesterol alto.
He cubierto el fondo con una capa de tierra de unos 5 cms. aproximadamente y "decorado" según me ha ido viniendo la inspiración, os he marcado unos números en la foto y detallo a continuación la idea o finalidad:

1.- Pequeña maceta donde sembraré una lechuga, para que tengan verdura fresca a parte de la que yo les aporte habitualmente.
2.- Un tarro de cristal lleno de tierra donde pretendo que aniden y pueda ver los huevos a través del cristal, el que lo hagan ahí o no eso ya es otro cantar.
3.- Un pequeño platito con pan rallado que tengo entendido que les vuelve locos.
4.- Un vaso de plástico trasparente con algunas piedrecillas en el fondo mas que nada para que hagan peso y no salga volando. Lo pongo para que se entretengan, los caracoles tienen tendencia a subir siempre por todas las superficies que se le presenten.
5.- En este rincón pongo algunas semillas de rúcula, si salen y se las comen mejor que mejor, para eso las pongo aunque con tan poca profundidad de tierra tengo mis dudas de que prosperen.
6.- Algunas piedras y rama de árbol seca, para que hagan ejercicio y además hay que tener en cuenta que las rocas les proporcionan calcio.
Por último he tapado la caja con una rejilla de plástico, de agujeros pequeños, y cubierto la mitad con un marco con cristal, para que no les de tanto el aire y se puedan proteger ya que requieren entre 15 y 22 grados en su periodo de actividad y 7 grados cuando están en hibernación.





Y eso es todo, ahora a investigar y a ver como se desarrolla el tema. Por cierto aquí os presento a los tres primeros individuos del experimento: