jueves, 19 de enero de 2017

Huevos de caracol

Tras un periodo de inactividad en este blog (no estoy muy "animado" últimamente) retomo el asunto de los caracoles. Aunque no he dejado de estudiarlos y cuidarlos ni un solo momento, pues desde que los tengo he leído ya algunos estudios sobre ellos y experimentado varios cambios con su modo de vida.
Voy adaptando el espacio para criarlos y mejorando su alimentación. En este caso, a parte de lechuga fresca, les proporciono una mezcla con lo siguiente: harina de trigo, de maíz, cáscara de huevo triturado y pan rallado. La verdad es que les encanta.
Caracol comiendo la mezcla de harinas
Sobre el día 20 de octubre pasado descubrí que habían ovado y que las crías ya estaban dando vueltas por la caja y a primeros de enero viendo que por el frío estaban hibernando decidí cambiarles de ubicación y colocarlos dentro de casa a ver si conseguí sacarlos de ese estado, y la verdad es que si, que al poco reanudaron su actividad normal y habitual.
Coloqué a los dos grandes, los dos primeros y padres de todos, en un pequeño contenedor adecuado a ellos y los pequeños, casi microscópicos algunos, en otro de iguales características. El caso es que ayer quise cambiar a los grandes a otro terrario mucho más grande y mi sorpresa fue mayúscula cunado removiendo la tierra descubrí una puesta de huevos, por suerte no llegué a lastimarlos y los trasladé al contenedor pequeño donde habían estado sus padres.
De modo que ahora me encuentro con tres contenedores, dos pequeños, uno con los huevos y otro con los pequeños, y el grande con los dos padres de todos.
Ya se que la distribución no es proporcional, los dos en uno enorme y los enanos en pequeños, pero la idea es ir colocando los que van creciendo, que he visto que no lo hacen todos al mismo tiempo, en el grande y dejando los pequeños donde están hasta que alcance la medida que yo crea conveniente.
No es mi idea montar una granja de caracoles (aunque nunca se sabe) pero si el tener sobre todo conocimientos y experiencia en como se crían, y después el poder tener una cantidad suficiente para poder darme el gusto de vez en cuando de hacerme un buen guiso con ellos. Ya os contaré...
Caracol bebiendo agua de un recipiente, aunque todos los criadores coinciden en que no es necesario suministrarles agua así

Los huevos encontrados


En una tortuguera, comprada en los chinos, he puesto a los dos ejemplares reproductores. En un rincón un vaso de plástico transparente para que puedan enterrarse y poner los huevos. En el otro podéis ver una "tortuga de calcio" de las que se les ponen en el agua a las tortugas, si consigo que coman de ella me ahorraré el estar moliendo cáscaras de huevo. Podía haber puesto una piedra como hice en el principio pero resulta algo más pesado si tengo que ir moviendolos de un lado para otro. Creo que este espacio es ideal para los dos caracoles y una vez hayan ovado en le vaso (eso espero) lo saco y traslado a otro recipiente hasta que los huevos eclosionen.